Una administración ágil, transparente y eficaz, un marco legal de garantía, erradicar la corrupción y recuperar la confianza de las instituciones públicas son las claves del futuro para la República Dominicana, afirmó el economista Luis Abinader, candidato vicepresidencial del Partido Revolucionario Dominicano (PRD, en el Foro Económico Internacional de Las Américas. Al participar en el evento junto a destacados empresarios, especialistas y estrategas de Estados Unidos, Canadá y América Latina, incluyendo el ex presidente peruano Alejandro Toledo, el licenciado Abinader dijo que el principal reto de su país es “luchar contra las dificultades institucionales, la falta de independencia judicial, la ineficacia administrativa y otros problemas que impiden el crecimiento de la inversión extranjera directa en nuestros mercados”.
Sostuvo que la corrupción es un desafío que debe superar la República Dominicana para insertarse en los mercados internacionales en condiciones competitivas favorables.
El compañero de boleta del ingeniero Hipólito Mejía compartió sus puntos de vista con el expresidente de Perú, entre 2001 y 2006, economista Alejandro Toledo, cuyo periodo presidencial marcó el despunte macroeconómico de su país, fomentando la inversión extranjera y la firma de tratados de libre comercio, además de importantes proyectos de inversión en infraestructuras y desarrollo humano.
Abinader destacó la necesidad de mantener una relación respetuosa y constante entre los actores públicos y privados, a través de unas normativas adecuadas, “porque es el único antídoto eficaz contra los excesos que hacen descarrilar el tren del progreso”.
Otro de los problemas a solucionar, según explicó, es potenciar al máximo las relaciones y las inversiones de Estados Unidos en República Dominicana, así como la necesidad de crear un buen clima de inversión mediante la aplicación de medidas contundentes y responsables y con la mejor preparación de los recursos humanos.
“Nuestro reto como región es fomentar las inversiones que generan el crecimiento económico deseado pero también invertir más en la educación para generar este capital humano que permita al sector privado una inversión de competitividad a largo plazo porque esta es la mejor inversión para el mejor desarrollo”, expresó Luis Abinader.
Explicó iniciativas para fomentar la inversión
Durante su intervención, el economista y empresario explicó diversos aspectos del programa de gobierno de su partido, que según dijo “fue trabajado mano a mano con el ex presidente Hipólito Mejía, para revitalizar la inversión extranjera directa en nuestros mercados, promover un espacio de negocios adecuado y eliminar la jungla burocrática que asfixia nuestra economía”
También anunció medidas específicas para elevar la eficiencia administrativa, como el establecimiento de un sistema de plazos fijos y mecanismos de respuesta rápida en cualquier departamento del Gobierno (ley de silencio administrativo), con la garantía de un marco jurídico adecuado a las inversiones.
Igualmente puso de relieve la necesidad de un mercado de valores continuo de compra y venta de acciones, y un ‘marco legal de garantía’ que impida los constantes cambios que afectan en la actualidad a las normativas del mercado dominicano. En este sentido, Luis Abinader informó que el nuevo gobierno del PRD “pondrá en marcha una regla fija de 10 años para mantener el marco jurídico y la orientación de los impuestos, así como establecer una Ventanilla Única que ordene y articule las necesidades administrativas de cada inversión y actividad económica según sus características”.
Abinader explicó en Palm Beach lo que ha sido el peor evento económico de la historia del país cuando en el año 2003 colapsaron varios de los bancos comerciales más importantes, afectados por prácticas contables poco transparentes y actividades de inversión que sobrepasaban toda prudencia.
Explicó como el actual candidato del Partido Revolucionario Dominicano, el Ingeniero Hipólito Mejía actuó de inmediato con energía y responsabilidad, “disponiendo de los fondos necesarios para que todos los clientes salvaran sus ahorros; facilitó que los bancos en condiciones de operar cambiaran de dueños y que los que no estaban en condiciones de operar desaparecieran con el menor daño colateral posible”.
Estas mismas medidas fueron las que también se pusieron en práctica para resolver la crisis del sistema financiero de los Estados Unidos.
