Por JUAN TH
Recuerdo cuando Hatuey De Camps, en su condición de Presidente de la Federación de Estudiantes Universitarios (FED) encabezó la lucha del medio millón para la Universidad Autónoma de Santo Domingo y el cumplimiento de la ley que le asigna el 5% del Presupuesto Nacional. Lo recuerdo pronunciando el panegírico frente al cadáver de Amín Abel Hasbún, asesinado por las fuerzas incontrolables del gobierno de Joaquín Balaguer. Lo recuerdo en aquel debate memorable por televisión que le ganó a uno de los personajes más funestos que ha tenido la historia del país. Hatuey defendía la voluntad popular expresada en las urnas, mientras que el siniestro sujeto defendía lo indefendible, haciendo como siempre, de abogado del diablo.
Lo recuerdo también como Diputado y Presidente del hemiciclo, Secretario de la Presidencia, etc. Le tocó al “Cacique”, como le dicen muchos, organizar los actos fúnebres del doctor Peña Gómez, tarea triste y lamentable, pero que era necesario asumir. El resto es historia reciente: Asume la presidencia del PRD tras la victoria de Hipólito como Presidente de la República. A partir de entonces, por diversos motivos, se verá enfrentado con su compañero de partido y jefe de Estado. El tema de la reelección presidencial produce una contradicción antagónica. La división no se hizo esperar. Hatuey formó otro partido, el Revolucionario Social Demócrata, donde no ha obtenido el éxito deseado, por lo menos en el mercado electoral.
Hatuey, como todo dirigente político de vieja data, ha tenido sus altas y sus bajas, sus aciertos y sus desaciertos. No son pocos los que aseguran que Hatuey, Doctor en Filosofía y Letras en España, ha debido llegar más lejos. Peña Gómez creyó que tenía condiciones para alcanzar la Presidencia de la República. Así lo dijo en más de una ocasión.
Estoy hablando pues, de un hombre de tradición política heredada de sus padres, hace más de 50 años, de los 65 de vida que cumplirá en junio; estoy hablando de un estudioso de la política y de la sociedad; estoy hablando de un hombre que conoce al PRD como pocos. Esa figura emblemática del PRD y de la política dominicana ha decidido apoyar la candidatura del Partido donde militó por décadas y del cual fue Secretario General y Presidente.
Esa figura notable del país ha firmado un pacto con Hipólito que muestra los avances políticos del país. Hipólito y Hatuey no podían verse “ni en pintura”. Pero en política el enemigo de hoy es el amigo o el aliado de mañana. Y viceversa.
Tanto Hipólito como Hatuey han dado una demostración de madurez y sensatez. Hipólito, con su gesto, demuestra una vez más su capacidad de conciliar y de unir; ha probado, otra vez, que no es hombre de guardar rencores contra nadie. Por su parte Hatuey se mantiene coherente en sus posiciones con la firma del acuerdo y logra ampliar su espacio político en la sociedad.
Con el respaldo de Hatuey, la candidatura de Hipólito se fortalece y avanza firme hacia la victoria el 20 de mayo próximo.
Ahora si es verdad que el camino malo (Leonel-Danilo-Margarita-PLD) está cerrado, definitivamente cerrado!!!
